Este sí que es un osito panda muy tierno y amoroso, tal como lo vemos en esta foto, con ese gesto tan extraño y expresivo al mismo tiempo y sus garras y uñas desplegadas en actitud de entrega y sensibilidad.
El pequeño osezno posee, como todo panda, un encanto único, pero así puesto sobre una mesa -tal vez en un control veterinario- verlo produce mucha ternura.
¿Qué pensará este pequeño osito? Tal vez extrañe a su mamá o a su bosque de bambú donde seguramente hará travesuras de oso panda con sus amigos.