Inundados por el amor, estos dos osos enamorados que vemos en esta imagen tierna y romántica no pueden sino haber provocado con su sentimiento profundo una invasiva y recurrente lluvia de amor en forma de pequeños corazones.
Resignados a su destino de seres amorosos, tanto la Señora Osa -quien luce vistoso moño- como el Señor Oso -de piel algo más oscura, como suele ocurrir-, han aprovechado la situación para unirse en un abrazo de osos y estrechar sus corazones junto a un paraguas.
Como vemos en esta tierna imagen, los osos pardos amorosos afrontan con buen temple y ánimo osuno la lluvia de corazones que han provocado con tanto amor que se tienen el uno a la otra y la otra al uno, un auténtico amor de ositos que hace llover corazones, un ejemplo a seguir.